domingo, 7 de agosto de 2011

Estoy indignado con los indignados (II)



Me siento en mi escritorio para añadir algunas breves cosas a mi entrada anterior. Tengo, contado por un policía de Madrid, episodios inadmisibles que contar. La policía está acorralada. Los indignados escupen a los guardias, les tiran cosas, unas mujeres, y perdonen por ser tan gráfico, les mearon, les faltan al respeto, etc. Y la policía tiene orden de no cargar, de no hacer nada. Y cuando por fin les permiten defenderse y echan de Sol a esa gente, vuelven a tener orden de no cargar y los indignados vuelven a invadir la plaza. Esto no se puede tolerar. El ministro de interior tiene la obligación de defender y apoyar a las fuerzas de seguridad del estado. Por desgracia no lo hace. Estos indignados utilizaron a su antojo los baños de los comerciantes de la plaza, quisieron robar en un Carrefour (de Murcia, creo), cercaron el parlamento de Cataluña y Artur Mas tuvo que acceder en helicóptero... y mucho más. Mucho ánimo a la policía y a los comerciantes de Sol. Verdaderos héroes.

Un saludo desde mi escritorio. Insisto en que esto a derivado en lo pero. De hecho, los que empezaron esto se han desmarcado ante la deriva antisistema.

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