Me siento en mi escritorio brevemente pero muy contento. Parece que el conflicto en Libia que empezó en febrero está llegando a su fin, un fin bueno, Gadafi pierde, el mundo gana. Tras 42 años, este terrorista, prepotente e insignificante ser, va a ser derrotado, todo apunta a ello. Ya tuvo Ronald Reagan su oportunidad, que pena que no acabase con él en 1985 (me refiero con su régimen). Occidente tuvo mucha culpa de que Gadafi gobernase Libia tanto tiempo, pues se tragó la imagen de diplomático y rechazo del terrorismo que vendió a partir de los 90. Hemos sido unos tontos. Pero lo que importa es que ahora se le está derrotando, que Libia se ha dado cuenta que debe acabar con él, que, gracias a Dios, la ONU ha aprobado una intervención (minúscula, pero es algo) y que no volveremos a ver su cara, ni a oír sus rebuznos. Todos conocemos su pasado, los atentados en los que colaboró, las vidas que quitó y lo loco que está. Lamento tanta gente muerta por ambos bandos. También me acuerdo de los reporteros de todo el mundo que arriesgaron sus vidas para informar a sus respectivos países y de todos los soldados que lucharon por su país. Finalizo con mis felicitaciones a Libia y al mundo, porque un chalado más, espero, va a caer.
Un saludo desde mi escritorio. Por cierto, que raro que no salió nadie a protestar por la guerra de Libia, en 2003 si que pasó.
¡VIVA LIBIA!
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